No quiero despertar

Me gozo de la eterna empuñadura que conocerá mi mano
Cada vez que abra la puerta de la mansión eterna
Y voy a encontrar sentado en mi sala esperándome
A mi Señor queriendo platicar cara a cara.

Después caminaré por la calle de oro y cristal
Encontrándome con Moisés y Pablo
Sentados sobre bancas que no pueden robar los mal hechores
Para admirar como brilla eternamente Nuestro gran Dios.

Invitaría a Juan para tomarnos una copa…
Del rio de agua viva que pasa junto al templo de alegría
En donde lagrimas… ¿Qué es eso? ¡Ya se me olvido!
Para que me platique otra vez…
Que sentía sentado en el pecho del Jesús hombre…
Y que siente ahora sobre el pecho de Jesús sumergido en gloria.

Me acercaría a Gedeón… que esta junto a Andrés recordando la tierra…
Y le preguntaría qué sintió cuando con trescientos hombres apenas,
Gano la batalla en contra de los madianitas
Obedeciéndole a Dios siendo de familia muy pobre…

Ay… que alegría, estoy viendo a David…
Esta tirando a los pies de Cristo su corona
Alabando a Dios por plantar el árbol que lo salvo de Absalón,
Y hacer tan profundas las cuevas para poderse esconder mejor de Saúl.


Pero… ¡mejor me despierto! Agarrando mi espada
Y aprendiendo de ellos sin verlos todavía
Como luchar en contra de ejércitos
Que reconstruyen el muro de Jericó para probarme
Si todavía el grito de mi fe puede derrumbarlo.

Hermanos que están gozando la eternidad con Cristo
Espérenme ¡no tardo! Aquí las horas se acortaron
El Señor nos da señales que está cerca su tiempo,
Para robarnos de las garras del Diablo.
No quiero despertar….